viernes, 18 de mayo de 2012

Bailar es festejar la vida.



Cuando tenia seis años mi mamá decidió que tomara clases de ballet y obviamente no la contradije, la única persona que conocía en la clase era mi vecina de en frente que tenia dos años mas que yo. No me acuerdo bien cuando empezó a gustarme bailar, puede ser que me gusto desde siempre, me gustaba tanto que no quería faltar una sola clase y me exigía tango que una vez rompí unas medias finas por abrirme de piernas mas de lo que resistían mis medias y yo. Pero no me importaba nada porque era endiabladamente feliz, libre, había días en que los que rogaba que se olvidaran de ir a buscarme solo para bailar un ratito mas. Todo era perfecto, amaba bailar, se había convertido en una necesidad, una pasión, era una disciplina de esas que causan placer; sin lugar a dudas me transportaba a otra realidad. Como todo, un día tuvo que terminar... Mi profesora le dijo a mama que ya no valía la pena que este en la clase de ella, que tenia que ir al instituto porque tenia la capacidad de hacerlo. Al principio analizaron la situación pero yo era muy chica, con nueve años no podía decidir lo que quería para mi futuro y como me llevaría la mayor parte del tiempo la respuesta fue no. No fue tan frustrante en ese momento porque seguí haciendo otras danzas y no tenia conciencia de lo que había pasado. Hoy miro mis zapatitos y me da mucha pena saber que abandone mi sueño, sabiendo que mas de una vez me dolieron los pies de tanto bailar, caprichos míos también hubo. Así que si tengo que decirles algo es que nunca, jamas se les ocurra abandonar pasiones, porque cuando se tiene una pasión se tiene algo mas que los demás; el que no tiene una pasión no tiene nada, esta vacío. La danza para mi es vida, libertad, sueños y mucho mas, es una forma de expresión, de comunicación. Quieren saber que es bailar? Bailar es dejarse llevar por una música y moverse al compás de ella. Nada más…y nada menos. Bailar no es ser técnicos, perfectos, exactos. Es dejar que la música despierte una emoción, y expresarlo con el cuerpo, dándose permiso para hacerlo.
Bailar es primero emoción, luego movimiento. Por eso todos podemos bailar, porque todos sentimos, y salvo excepciones, todos podemos movernos, incluso quienes tienen alguna discapacidad, son capaces de expresarse moviendo aquellas partes de sus cuerpo que pueden manejar. Bailar es inherente al ser humano, es un regalo al espíritu. No se baila bien o mal, si es desde las ganas es maravilloso, terapéutico. Es un mecanismo perfecto para desestresarse, para dejar de pensar, de preocuparse, de angustiarse. Cuando se baila el corazón y el cuerpo hablan y la mente se calla. Sale lo mejor de nosotros, uno sonríe, hasta ríe a carcajadas con el pisotón del tropiezo.
Te invito a que tomes este don y lo hagas tuyo. Pone música y baila. 

1 comentario:

  1. Hermoso el blog, me leí todo. Seguí escribiendo que lo haces re bien! Te amo amiga, con vos en la vida y hasta la muerte!!

    ResponderEliminar